Más allá de su sobria elegancia de raíz mudéjar, la presencia de arcos de medio punto y tejas de barro rojo en la cubierta, le distinguen su privacidad, sencilla elegancia…
Situada en un entorno completamente natural, esta instalación prestigia la historia y tradiciones rurales de la Villa de Trinidad, declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.