El Hotel se encuentra ubicado en una edificación del siglo XVIII (1712), lugar en el cual, Claudio Martínez de Pinillos Conde de Villanueva y su familia se estableció desde inicios del siglo XIX. Esta mansion fue exquisitamente restaurada, conservando su encanto rústico colonial y un ambiente intimista que lo hace perfecto para los viajeros y parejas en busca de un ambiente de tranquilidad y relajación. En el interior del inmueble predominan los espacios soleados, decorados en tonos terrosos, donde las labores de restauración han dejado expuestos fragmentos de mosaicos de la época colonial y otros artefactos del mismo período perfectamente conservados, todo lo cual realza la autenticidad y la gracia del lugar.
Cuenta con 9 habitaciones distribuidas alrededor del patio interior, en dos niveles. Las gruesas paredes de piedra realzan la privacidad y tranquilidad, protegiéndolas tanto del calor como del ruido exterior.

De una manera muy especial es el lugar ideal para los amantes de puros cubanos. Las habitaciones, salones y servicios gastronómicos del hotel reciben nombres de Zonas o Vegas productoras de tabaco. Cuenta con una “Casa del Habano” ubicada en el entresuelo, debidamente equipada con locales para guardar el tabaco (lockeds), Walking Humidor, Bar Degustador y tienda de habanos completamente surtida. Los amantes del tabaco y fumadores en general pueden disfrutar de una amplia gama de marcas en la penumbra del salón para fumadores situado en el entrepiso, donde los visitantes pueden incluso adquirir habanos confeccionados a la medida de sus deseos, también podrá degustar cócteles cubanos desde la comodidad de sus butacas de cuero.
El salón de reuniones San Diego del Valle, con capacidad para 60 personas, puede alquilarse para conferencias, cócteles y reuniones de negocios. El Conde de Villanueva, con su excelente locación y ambiente íntimo, resalta por su estilo discreto y sencillo.