La ubicación del O’Farrill asegura a los visitantes una experiencia íntima llena de la energía y el color local típicos de la Habana Vieja. Al salir fuera es posible encontrarse entre vecinos que charlan sentados en la acera, vendedores de verduras y pequeñas tiendas. La Catedral de La Habana se encuentra en las inmediaciones del hotel. La Bahía y otros lugares de interés están a poca distancia.El Centro Histórico de La Habana fue fundado en 1519 bajo el nombre de San Cristobal de la Habana , constituye el más conservado Centro Histórico de América Latina, y ofrece a los visitantes un producto histórico cultural que evoca en su conjunto antiguas tradiciones a través de sus calles adoquinadas, Fortificaciones, Museos, Galerías de Arte, Antiguas Iglesias, Conventos, Salas de Concierto, Espacios Teatrales y comercios, que permiten conocer importantes muestras de valor arquitectónico, cultural e histórico de Cuba y en particular de La Habana. Sus hoteles restaurados y en perfecto estado de conservación, fueron antaños palacetes de duques, marqueses, y acaudalados hombres de la vida política y social de La Habana. En una de sus avenidas se localiza la Terminal de Cruceros, única de su tipo en la ciudad, y se desarrollan importantes proyectos comunitarios que dan vida a la más antigua parte de La Habana, reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1982.
Calle Cuba entre Chacón y Tejadillo, Habana Vieja.
Esta mansión convertida en hotel fue propiedad de Don Ricardo O’ Farrill y O’ Daly, cuya familia procedía del condado de Longford, en Irlanda. Hace 300 años O’Farril llegó a La Habana e hizo fortuna con el negocio de la azúcar.
El patio colonial de columnas con arcos es un oasis de verdor. Sus atractivas sillas y mesas de hierro forjado son perfectas compartir con amigos saboreando algún coctel. El ruido de la ciudad se cuela desde la calle Cuba sin comprometer la serenidad del patio, protegido por una hermosa cúpula de cristal.
El restaurante Don Ricardo se especializa en cocina irlandesa mientras el lobby bar está adornado con fotos y artículos dedicados al jazz latino. No es sorprendente que este hotel sea uno de los favoritos de los viajeros que llegan desde Irlanda.
La restauración fue ejecutada hábilmente: cada planta está dedicada a un siglo diferente y así el ascenso por las escaleras significa transitar por los estilos de los siglos XVIII, XIX y XX. A través de la arquitectura, la decoración y la ambientación, se percibe una mezcla de historia y actualidad que permite vivir el presente en tres siglos a la vez.
El hotel ofrece valores agregados para Lunas de Miel. Válidos para estancias de 3 noches o más y parejas que presenten certificado de matrimonio con fecha comprendida dentro de los 6 meses anteriores al Check-In.
- Check-in privado
- Cóctel de bienvenida
- Descuento en restaurantes de Habaguanex del Centro Histórico
- Entrada gratis a varios museos
- Servicios gratuitos de caja de seguridad
- Descuento en el restaurante del hotel en que se aloja
- Cena romántica en el hotel
- Una botella de espumante o vino
- Upgrade a habitación superior (según disponibilidad)
- Detalle floral
- Desayuno nupcial
- Servicio de vira o descubierta diario
- Late Check-out gratis (según de disponibilidad)
Las habitaciones estándar, son pequeñas pero confortables, están decoradas con muebles (réplicas) propios de los siglos XVIII, XIX y XX que se complementan con algunos toques modernos. Suntuosas telas fueron utilizadas para las sobrecamas y los cojines.
Desde: 173.33 USD