Baracoa pertenece a la provincia de Guantánamo y se localiza en el extremo oriental de Cuba. Fue la primera villa fundada por Diego Velásquez en 1512 con el nombre de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa y es un lugar donde se funden el mar y las montañas de manera armoniosa conformando un escenario natural de extrema belleza. Esta región de la zona oriental abriga una variada flora y fauna que la convierten en un verdadero paraíso para los ecoturitas, por otra parte, la ciudad posee valores culturales e históricos que constituyen un atractivo especial y posee un centro histórico, declarado Monumento Nacional, donde pueden ser visitados, entre otros, el fuerte La Punta, los torreones de Joa y Caguase y otros de marcado interés histórico-cultural, todos estos atributos hacen de Baracoa el destino turístico por excelencia de la provincia de Guantánamo.
Máximo Gómez No.161, Baracoa, Guantánamo
El hostal está ubicado en una posición privilegiada frente al mar en el malecón de Baracoa, es un lugar histórico pues en él vivió hasta su muerte la famosa rusa de Baracoa. Ofrece servicios de alojamiento y restaurante especializado en mariscos.El hotel posee 12 habitaciones, repartidas en dos bloques en una construcción de tres pisos, climatizadas, con baño privado, TV satélite y teléfono.
En Baracoa, primera villa instaurada por los colonizadores españoles en Cuba, se encuentra esta instalación hotelera cuyo nombre guarda particular significado. Hotel "La Rusa" es como todos allí le conocen; ya que ahí vivió Magdalena Menasses Rovenskaya, conocida como la rusa de Baracoa. Una mujer que llegó de Rusia a principios del S XX e hizo historia en la ciudad de Baracoa. Sus virtudes artísticas y su labor como tal, propiciaron a Magdalena instituir un universo ilusorio desde este concurrido hotel que fue su hogar por circunstancia como lo fue de todos muchos jóvenes que se revelaban en contra del régimen del presidente Fulgencio Batista.
El atractivo hotel ha sido espectador de una historia que ya se hizo leyenda. En lo mejor de la literatura cubana lo reflejó el ilustre escritor Alejo Carpentier en su obra “Consagración de la Primavera”. Y por las añejas calles de la villa ha sobrevivido por tradición oral de los baracoenses.