El Hotel está constituido por tres inmuebles (diferenciados por distintos colores), señalados dos de ellos con los números 356 y 358 de la calle San Pedro y el tercero con los números 2 y 4 de la calle Luz, constituyendo este último el cuerpo principal del hotel. El primero es de construcción ecléctica y el segundo de arquitectura neoclásica con frontón romano y columnas corintias, ambos de finales del siglo XIX.

Enclavado frente a la extensa bahía de La Habana, el Armadores de Santander se levanta donde el pasado colonial de la ciudad se encuentra con el presente de esta y sus atracciones. Aunque se encuentra a pocos metros de la animada Plaza de San Francisco, muy cerca del centro de los lugares de interés de la Habana Vieja y el ajetreo de los visitantes, el hotel tiene la ubicación y estructura perfecta para brindar la paz y tranquilidad que el viajero necesita, con una mirada nostálgica hacia los días del auge del comercio marítimo de La Habana.

Las colosales puertas de madera, arcada y lámparas colgantes de hierro fundido que lo reciben en la entrada, recuerdan un tiempo de carruajes alados por caballos y avenidas empedradas. El restaurado interior del siglo XIX y mobiliario, transmite clase y encanto. La terraza y las habitaciones que miran al puerto de La Habana tienen increíbles vistas panorámicas de la bahía, donde constantemente los barcos cruzan sus aguas. Acariciados por una generosa brisa marina, estos lugares son magníficos para tomar el desayuno, disfrutar de una lectura en silencio o perderse en las vistas del mar o en las luces del puerto por la noche.