Capital del país y su centro económico y cultural, La Habana es, sobre todo, sinónimo de alegría y entretenimiento. El mar que la limita al norte y es parte esencial de sus magníficas playas del este, los ambientes marcados por el más abigarrado eclecticismo y un pueblo hospitalario y jovial de nítida esencia humanista le distinguen dentro de su ámbito caribeño donde, sin dudas, despunta como una gran urbe con más de dos millones de habitantes.
Calle 0 esq. 21, Vedado. Ciudad de La Habana.
El Hotel Nacional de Cuba debido a su larga y rica historia, la cual se puede palpar todavía hoy, hace que una estancia en este hotel sea inolvidable.
El Nacional tiene muchas áreas atractivas para la recreación y el relajamiento;
entre ellas, la piscina y la terraza del jardín con su agradable brisa.
Cautivadores sofás Chesterfield, ubicados bajo impresionantes luminarias de
araña y un techo de madera tallada, se integran a la atmósfera de este lugar
preferido para todos sus visitantes.
El jardín y su irrepetible vista aérea del Malecón resultan perfectos para
deleitarse con un capuchino, un sándwich de atún, un puro cubano o un buen
cóctel. Salpicado de palmas y muebles de mimbre típicos, es un verdadero oasis
de tranquilidad a la vez que un lugar de encuentro muy popular entre hombres de
negocios locales, dignatarios visitantes e iconos de la cultura cubana.
Aunque fue construido en 1930, todo aquí recuerda sus días de gloria durante los años 50: desde el Bar Histórico hasta los antiguos coches americanos de época aparcados afuera, en el largo camino que conduce a la entrada. Alquilar uno de estos automóviles con su chofer, por una hora o dos, permite sentir el glamour de aquella época.
Desde siempre, este hotel ha estado ligado a la industria cinematográfica y es
la sede del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que se
celebra anualmente en La Habana.
También la música y la danza están bien representadas en el Nacional. Allí se ofrecen magníficos espectáculos todas las noches en el Cabaret Parisien, superado solo por el mundialmente famoso Tropicana. Mientras tanto, el Salón 1930 está dedicado a Compay Segundo (una de las figuras más notables del Buena Vista Social Club), donde se presentan sus sucesores semanalmente.
Las habitaciones estándar son clásicas y funcionales. Aunque no son muy amplias, cuentan con todo lo que una habitación de un hotel moderno necesita.
Desde: 328.42 USD