Capital del país y su centro económico y cultural, La Habana es, sobre todo, sinónimo de alegría y entretenimiento. El mar que la limita al norte y es parte esencial de sus magníficas playas del este, los ambientes marcados por el más abigarrado eclecticismo y un pueblo hospitalario y jovial de nítida esencia humanista le distinguen dentro de su ámbito caribeño donde, sin dudas, despunta como una gran urbe con más de dos millones de habitantes.
Paseo del Prado, No. 416 esq. San Rafael, La Habana Vieja, La Habana.
El Hotel Inglaterra abrió sus puertas en 1875 y desde entonces ha sido uno de los hoteles más populares de cuantos habitan en el corazón de La Habana; antiguos huéspedes famosos fueron José Martí y Anna Pavlova.
Su animado y dinámico café ubicado en la terraza exterior, el Gran Café El
Louvre, ha recibido a músicos, viajeros, poetas, profesores y visitantes de
todo tipo durante más de un siglo. Es una excelente idea sentarse en una de las
sillas de hierro fundido para deleitarse durante una hora (o tres) con música
en vivo y mirar cómo se desarrolla una cinética escena en la calle.
Aunque su nombre es Inglaterra, este hotel es más bien una fusión de varias
influencias culturales. El restaurante El Colonial (donde se sirve el
desayuno), con su estilo neoclásico, está frente a la zona en forma de
herradura de la recepción. A la izquierda, el bar café La Sevillana, es otro
atractivo lugar para pasar una hora o dos. Toda esta sección está
atractivamente recubierta con azulejos de Sevilla que se distinguen por
magníficos dibujos y colores, complementados con arcos tallados decorativos y
molduras. Esta área parece propia de Marruecos.
Más allá de la planta baja, un verdadero placer aguarda en el techo del hotel.
La terraza en la azotea del Inglaterra, con su bar grill, brinda una de las
mejores experiencias en La Habana. Durante el día, allí se puede disfrutar del
jacuzzi y de las tumbonas en el solárium; mientras en la noche es ideal para
tomarse unos cócteles acompañados de música en vivo. No hace falta decir que la
vista desde acá es espectacular.
Las habitaciones estándar difieren en tamaño, aunque muchas son bastante amplias. Cada uno de los tres pisos acoge 15 habitaciones con balcón. Las habitaciones tienen vistas al Parque Central o al patio, así como amplios baños con ducha (sin bañera), inodoros y lavabo. La última renovación de este histórico hotel introdujo nuevos tejidos y una decoración moderna. Afortunadamente, se mantuvo el piso original de losas.
Desde: 186.67 USD